domingo, 13 de diciembre de 2009

Para la adorable dama

Está ahí, esperándome, siento su congelante respiración en mi nuca. Su presencia, pese a la frecuencia, no deja de generarme un estupor gélido que recorre mi cuerpo. Ahí esta, y no se dará por vencida.
De nuevo empieza la miseria, la lucha, y la constante frustración. Hoy no será el día, pero ella lo ansía tanto, que raya en la demencia; sólo hace más vívida mi resistencia a sus encantos.

Cuando no está presente, decido que renunciaré a todo lo que he creído, en una idea frenética de hacer lo más simple, y dejarme caer en sus brazos cristalinos.
Pero llega, y todo mal pensamiento se esfuma de mi mente, como los miles de nombres que no me dejan dormir, desde el fatal instante en que llego a mi existencia, a mis noches.

Un leve suspiro se mantiene en suspensión en mi garganta, que no atina qué decir, no puedo moverme, y percibo la estrangulación de sus extensiones, como cada noche. Está cerca, y sus palabras para mi se transforman en eso que tanto deseo, liberación y paz, envueltas en el aroma que tanto conozco, y en el fondo amo.

Vuelven a mi las dudas, acompañadas del insomnio correspondiente, es ella, es lo que me ofrece. Igual de consistente, es esa voz de mi interior, de dudosa procedencia, pero ayudante en mi resistencia, oye con mis oídos, pero para ella, las palabras de mi doncella, no es el dulce almíbar que es para mí.

Entonces empieza, la fatídica discordia, ambas convenciéndome, ambas engañándome, a quién creeré esta noche?? Debo decidir pronto, o no me dejarán dormir el despojo de noche que falta para el amanecer.

Mátate, me dice la adorable y delgadísima dama. No te rindas, me dice la consoladora voz.

El día de hoy, mi amada no me ha dado los suficientes motivos, será que me convence mañana??

lunes, 30 de noviembre de 2009

La Muerte de los Amantes

Poseeremos lechos colmados de aromas
Y, como sepulcros, divanes hondísimos
E insólitas flores sobre las consolas
Que estallaron, nuestras, en cielos más cálidos.

Avivando al límite postreros ardores
Serán dos antorchas ambos corazones
Que, indistintas luces, se reflejarán
En nuestras dos almas, un día gemelas.

Y, en fin, una tarde rosa y azul místico,
Intercambiaremos un solo relámpago
Igual a un sollozo grávido de adioses.

Y más tarde, un Ángel, entreabriendo puertas
Vendrá a reanimar, fiel y jubiloso,
Los turbios espejos y las muertas llamas.

Nostálgica Odisea

Es el manto oscuro de la noche
De mi alma el reflejo vivo
Densa, de nostalgia embriagada
La tristeza, mi sol ha matado

Pero no, en noches como la mía,
Los rutilantes luceros, luna delirante
No están, solo un breve fulgor
Para sonreír mezquina, fingir que vivo

Tú, la causa de este destierro
La perenne marchites asfixiante
,Extinguiéndome, bebiendo recuerdos vacíos.
Nunca tuve tu pérfido corazón

¿Cómo pude de tus besos esclavizarme?
Dulce opio que feliz fumaba
Y a tu capricho mi voluntad estaba
Como yo ¿Cuántas de ti serán adictas?

Inocente, me deje envolver en ti,
Maliciosa pitón, que al comienzo sutil,
Comenzaste el letal estrangulamiento,
De mi esencia muerta te culpo.

¡Ya no dejaré que tus manos me aprisionen!
Y a mi vida devolveré los recuerdos
Del amanecer de una noche sin llanto

Has sido una irreal pesadilla
Y al despertar intranquila encuentro
La fresca luz del albo día
Con una franca sonrisa de mi rostro.

Es aquí, en un amanecer de ensueño
Cuando el lapso oscuro se ha ido
Y un sol radiante ha resucitado
Los crisantemos dorados florecen al fin

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Venganza

Qué es el amor?? Me preguntaba ese día en el que supe que ya no había retorno.

Ahí estaba, su sola presencia hacía que mi corazón detenga, aunque sea por un momento su apresurado ritmo acostumbrado desde el primer instante en que le hallé.
Caminaba hacia mí y recordaba cada momento recorrido hasta ese mísero segundo, esquivo y traicionero, porque no era solo nuestro el tiempo, ahí estaba ella, envenenando mi felicidad.

Y fue así desde que llegué a su casa, o tal vez desde mucho antes.

Estaba ella, con esa frialdad característica, la acumulación de tensiones provocadas por la presencia de alguien más. Culpas y más culpas, que solo ella tenía y no vislumbraba desde su pozo de ignorancia, que enmascaraba sus facciones algo agradables y enlutecía su mirada azul.
Estaba él, con esa cálida sonrisa..que borraba todo el daño que podría causar esa mujer que acepto sin agrado mi visita permanente.

Eran ellos, un matrimonio a punto de fallecer, pisoteado estaba el amor cuando llegué a sus vidas. Un pretexto para ella, una razón para él. Qué culpa tenía yo de su inútil capacidad de engendrar?. Sólo puedo dar gracias por el inadaptado útero de Sara.

Lo analizo, no puedo pasar bocado del desayuno, quién quiere comer cuando está viviendo tal felicidad?

Pero aún así, viviendo todo lo que alguna vez me parecieron quimeras de una mente deslumbrada,tengo miedo. La angustia me persigue, y es la inseguridad mi compañera, qué seria de mi vida sin él? Aprisionada en un baúl de recuerdos, donde el ser suya se apoderaba de mi ser. Como una obsesión entró en mí, desde el primer instante, junto con el insano deseo de que me pertenezca.

Van pasando los días, desesperadamente me enamoro más de él, y para su desgracia, el deseo de venganza se hace más fuerte.

Y cada noche es lo mismo, por más que me esfuerce. No lo soportaré más. Tiene que volver a ella, tengo que resignarme con no tenerlo una noche entera, ni despertar en esos brazos, ni sentir su suave respiración.

Jugar con Sara, no es nada sencillo, siempre termino agotada, aunque sé como funciona su mente, no termino de comprenderla del todo, es una mujer bastante inestable, lo que bien puede desquiciarla una semana existen veces que ni siquiera le inmuta; pero haré lo que sea para que esto termine de una vez, ya no hay vuelta atrás.

Acabaré con ella, o por lo menos no dejaré vestigios de la mujer que lo enamoró una vez.

martes, 27 de octubre de 2009

Pasión

Ahí estaba ella, sentada en el comedor, y su cuadriculada falda no ocultaba el deseo, cruzaba lentamente la pierna, alterando mis sentidos. Ya no puedo disimular más, y ella lo sabe.

Maldita agonía, estando a mi lado la siento tan lejana.

No sé cómo llegamos a esto, en que preciso instante, dejó de ser una niña para mí, y se convirtio en aquella mujer infinita, desbordante. Solo sé que me dejé llevar, por ese perfume florar que me hipnotiza.

Tengo leves lagunas mentales, mi mente divaga, se deja llevar por lo prohibido, por lo terrenal de un amor nacido de la costumbre doméstica.

Hoy me esperará, se desplazara exitante con ese vestido azul por la calle empedrada, y su paso firme de leona en celo me levantará el sueño guiandome hacia ella; sin pena ni arrepentimiento, dejaré mi lecho matrimonial y me deslizaré hasta el cielo.

Qué tiene ella que me hace perder la cabeza??

Es esa dualidad de mirada, dulce y con un toque de perversidad seductora. O tal vez, es ese hechizo del que me tiene preso, porque aceptémoslo,era en ese estado precisamente en el que me tenía.

Deseo? Pasión? De qué naturaleza son los sentimientos me alejan de lo moral? Es ella, mi desesperación, mi locura.

Respóndeme. Qué me hace recurrir a ti como el sediento en busca de la ambrosía, tú, que una vez fuiste mi hija?

jueves, 22 de octubre de 2009

Demencia

Iba cayendo la noche, las estrellas iban y venían en un cielo de ópalo. Se respiraba humedad. Todo flotaba en un aparente ambiente de serenidad, nadie sabia los pensamientos psicópatas que habitaban en su mente.

A lo lejos, a la distancia, en un resonante eco, se oía un lento caminar en tacones. Mientras que, estando en casa, las ideas asesinas eran más frecuentes, empezaba entonces una locura interna; en la mente de Sara, ya no había espacio para un pensamiento retorcido más.

Es ella, pensaba, mientras se la imaginaba contoneándose en la vía, ansiando a su esposo, deseándolo con cada fibra de su cuerpo.
Sabía que lo esperaba, sabía también que él fingía el sueño.
La sola idea, la estremecía, y se justificaba a si misma los bajos instintos.
Ya no dormía, en la incesante agonía, de saberlo todo, y no poder decir nada.
Quién era? Dónde se conocieron?
Le faltaba valor para indagar o le huía la fuerza para soportarlo.

Llegó el día, no lo sintió llegar anoche, algo raro, siempre se despertaba con ese olor a perfume colegial de flores, que se impregnaba en cada uno de sus sentidos.

Y era esa, precisamente esa cara, de felicidad anhelada, de excitación tardía, la que iba matando su esencia.

Trabajo. Días enteros en ir y venir, satisfaciendo a desconocidos, entes que divagan en la más absurda miseria. Desolada y triste, abandonada por su ego, caminaba sin vida por el almacén, tratando con desprecio a toda mujer relativamente joven.

Los días pasaban iguales, lo único que marcaba una relativa diferencia, era la forma de tortura. Ella, la otra, tenía un fascinación macabra, había convertido en un juego el destruir la vida de Sara.

Sabía las debilidades de su mente, y cada día daba a conocer de diferente forma su existencia.

De qué se estaba vengando?

domingo, 18 de octubre de 2009

Confusión

De que está hecho el ser humano? Existe en mi mente, cavilaciones sin fin, ahora, todo es falso para mi.

Será que el hombre es un espíritu encarnado en un cuerpo? Existe un alma?

Es el alma, la parte animal inteligente. En mi tristeza, el alma llora. En mi felicidad, es el alma la que está actuando a través de mis ojos que destellan con fulgor. Aunque lo pienso, me parece que en esto no se oculta la respuesta.

Para muchos, el espíritu es lo que nos une con Dios...y si no existe Dios, que objetivo tiene entonces el espíritu? No es importante algo que solo funciona en la existencia, en la dependencia de otra.

Pero con todo esto, es inevitable el pensar, acaso todo esto no es producto de la mente superior del hombre, que con su cerebro, es capaz de canalizarlo todo.

Así, nos daremos cuenta de la ineficiencia en la descripción de los sentimientos coo algo intangible, son los sentimientos reflejos de un complejas conexiones, que poco o nada tienen que ver con lo astral.

La creación de dioses, no es más que el reflejo de la mente bicameral, que creyó oír voces de afuera, que le ordenaban que hacer, pero que no eran más que las voces de su cerebro. En la historia, las batallas no se las ganaba por los armamentos, era un cerebro desarrollado el que venció.
De ahí el poco interés en lo espiritual, o es la falta de fe, es el desarrollo del cerebro, ahora ya no oimos esas voces, o por lo menos sabemos que somos nosotros mismos, en la conversación interna con nuestra soledad. No una voz divina.

Qué pensar?

Ahora sé lo que soy. Y aunque tantas lágrimas he derramado en la observancia de mi ser. Por fin puedo llegar a determinar lo que significa mi esencia. Ya no soy un manojo de cicatrices. Y no estoy en función de alma, espíritu o cuerpo, es en la fe en mi misma, en que puedo lo que proponga, sin necesidad de terceros ni de una fuerza sobrehumana. A la final, es eso lo que me importa.